domingo, 8 de septiembre de 2019

Sensaciones. 1 semana de entreno en SEPTIEMBRRE



Ante todo, buenos días y feliz semana os deseo a todos. 
Entrados ya en Septiembre y acabado el verano por completo y las escusas, volvemos a la carga con nuevos y maravillosos entrenamientos enfocados a futuros retos.
Por ello, inmerso todavía en plena recuperación de mi lesión en uno de mis dedos de mi pié izquierdo (concretamente el dedo gordo) viéndome en la imposibilidad de poder correr e inclusive de montar en bici para llevar entrenamientos acordes a la exigencia requerida, he optado por seguir trabajando la línea de exigencia en otro medio como ha sido el de la natación.

Esta es otra de esas posibilidades las cuales se nos ofrecen a gente como a nosotros que nos gusta el deporte,y como añadido extra, o bien como entrenamiento cruzado para paliar ansiedades de no verte corriendo como de costumbre.

En este inicio de semana, y por haber estado cerrada a cal y canto la piscina del Arsenal durante todo este agosto pasado, hemos sido cautos en este primer entrenamiento y a modo de acondicionamiento  al medio, hemos nadado nada más que un 1.500.

Lo hemos fraccionado como de costumbre a series de 500 metros, donde hecha esa primera serie de calentamiento, luego hemos variado con palas, pull y snorkel y alguna que otra serie a braza.

Conclusión, que de nuevo hemos arrancado con vistas a recuperarnos pronto, para en breve poder estar ahí y seguir a la vieja usanza.


Hoy Miércoles, volvemos a la carga después que en el día de ayer solamente hiciéramos en casa una rutina de refortalecimiento muscular.
En el entrenamiento de hoy, de nuevo a lomos de mi Lucía tengo que decir que las molestias todavía se acusan en mi dedo del pié izquierdo.

Dentro de lo malo, como dice el dicho;  "Mientras haya un rayo de luz, hay esperanza".
Por ello y desde la primera pedalada dada, nuestro único cometido ha sido entrenar dentro de nuestras posibilidades.

Lo único negativo que puedo sacar del específico de esta mañana ha sido lo que ya os he comentado , que las molestias persisten, pero abocando a lo que realmente nos interesa, tengo que decir que es más positivo lo que saco.

Positivo en todos los aspectos ya que de primera mano el citado entreno en su totalidad lo he vuelto hacer en ayunas, y al igual que la última vez que salí en bici me dolía bastante durante todo el entrenamiento, en el día de hoy, solamente he acusado unas fuertes molestias cuando me ponía de pié encima de la bicicleta.

Dentro de nuestro Mar Asfáltico del Campo de Cartagena y sobre llano íntegramente todo el recorrido, hemos hecho casi 38 km en 1h20. La intención desde un principio era agrupar 2 horas de entreno, pero de nuevo y viendo las sensaciones, hemos preferido asegurar, acortar sobre el circuito y volvernos para casa. Hay más días que ventanas para seguir entrenando.

Por lo demás, deciros solamente que los que estamos inmersos en este loco mundo del deporte, saben lo que se siente cuando las molestias se acusan en alguna parte de nuestro cuerpo, y ello hace que al no estar al 100X100 se mermen todas nuestras posibilidades de a pesar de la exigencia, disfrutar de pleno del entreno.

Pero agradecido al máximo por lo disfrutado (dentro de las molestias) vamos a seguir sumando, sea en el medio que sea, hablando siempre en el ámbito deportivo.


Entrados ya de pleno en lo que es la semana de entrenamientos y siendo Jueves, teníamos claro que tendríamos que pasar por lo que es la sala de musculación del Pabellón Municipal de Deportes de mi Cartagena, para llevar a cabo un nuevo entrenamiento de trabajo de fuerza.

Desde que se desarrolló íntegramente la Integral de Carros de Foc y debido a mi lesión, por dicha sala no había pasado. Las molestias patentes todavía en mi dedo gordo del pié izquierdo, hacia que fuese imposible sobre apoyar en condiciones, lo que ponderó a que durante dos semanas y sin trabajo expreso de la parte inferior de mi cuerpo, lo hiciésemos en casa con unas pesas, mancuernas, discos y barra que tengo para estos caso.

Se ha profundizado durante todo estas semanas en fortalecer la parte superior de mi torso, para no perder calidad muscular, y de esta sencilla forma también, porque no decirlo, estar motivado de una manera indirecta, pues le estamos haciendo ver a nuestro cuerpo y sentir, que seguimos en la brecha.

Hoy sin embargo era el día. Hoy tenía claro que nada más amanecer y hecha la correspondiente carga de hidratos en mi desayuno, nos iríamos al Gym, para desde allí y poco a poco comenzar a entrenar la parte inferior de mi cuerpo como de costumbre.

La única diferencia que ha habido en este primer entrenamiento ha sido en comparación con los últimos que estábamos realizando, que éste en su totalidad se ha efectuado con poquito peso y en desarrollo haciendo nada más que los ejercicios que tocaban, (inclusive en algún que otro específico, como subida a un pié a banco sobre plano, acostumbrado hacerlo con barra de 20kg, en esta ocasión lo hemos hecho, sin peso añadido.

Hemos anulado ( dentro de nuestra tabla de ejercicio rutinario) dos en cuestión por no tener garantías  absolutas de que se pudieran realizar con total certeza para saber que no se viera más afectada mi zona lesionada.

Estos han sido el ejercicio de "Zancada hacia atrás a una pierna" y el bloque correspondiente ha entrenar específicamente los gemelos aislados.

Al tener que flexionar y hacer especial fuerza en la zona que semiflexiona mi metatarso con el resto de mis dedos, ahí es donde se me acusa un fuerte dolor y es por lo que consecuentemente, lo hemos dejado para otro día.

Al final una nueva hora, que ha sido bastante aprovechada, y que esta me ha servido de mucho. Sobre todo para sintonizar de nuevo mi armonía con el hierro y saber que en breve estaremos en perfectas condiciones para entrenar a muerte.


Saltando de nuevo a la carretera a lomos de mi Lucía, la pretensión a pedalear era ver si en el día de hoy (Viernes) podríamos desarrollar sin problemas , como mínimo, un par de horas de las buenas.
Una vez más ( y por desgracia) tengo que decir, que las sensaciones no han sido nada buenas, incidiendo de nuevo el dolor en la parte afectada, teniendo que posponer en alargar el recorrido, y hacer solamente 1h30.

Con determinación desde el principio y sin meter intensidad a lo que cuestas se refiere, de nuevo y en su totalidad hemos rodado íntegramente por dentro de nuestro Mar Asfáltico del Campo de Cartagena.


Da mucha rabia e impotencia verte como te ves y ver que en respuesta tu cuerpo no esta en estado óptimo de desarrollar lo que de inicio se pretendía.

Por ello y llegados de nuevo hasta esa rotonda que te da la posibilidad una vez pasas la localidad de Torrepacheco de seguir hacia los Alcázares o meterte en dirección al Salón de Celebraciones Acuario en sentido hacia La Puebla, hemos cogido ésa segundo opción, y descartando por completo en sumar más horas de recorrido, de nuevo y de vuelta a casa, con 44 km hechos.

Si puedo sacar algo en positivo de este entreno ha sido que la intensidad del entreno se ha visto elevada en pulsaciones y por lo menos en ejecución hemos desarrollado una media de 131 PPM.


No nos rendimos y sabemos que quizás , lo más seguro que tengamos que parar por completo.
En su momento, nada más llegar de la Integral de Carros de Foc y debido a los fuertes dolores que se me acusaban en la parte afectada, me trasladé al hospital más cercano que tengo al lado de mi casa, y mediante radiografía oportuna en la zona, se descartaba que tuviera el dedo roto.

Si se me diagnosticaba por como se presentaba el mismo ( con parte amoratada inclusive en la zona) que lo que había tenido había sido una luxación tremenda ( esguince de rigor) que ignorante de mi y creyéndome que como se me había hecho en el dedo, con el tiempo y sin apenas reposo, se me quitaría.

No ha sido así, y es cuando ha empezado a preocuparme, por ello mañana, después de ir a la piscina, por si acaso fuera mi último entreno por tener que vendarme la zona, me pasaré por otro centro médico para contrarrestar opiniones y ver lo que realmente se me presenta. A partir de ahí familia, si que os digo que lo que dicho facultativo me decrete, tendré que llevarlo a efectos si o si, o si también si me arrepiento.


De vuelta a las andadas y en este caso en ese medio el cual, el calor no va a ser problema para llevar a cabo un nuevo entrenamiento, nos hemos puesto nuestro traje de delfín, y como de costumbre, un nuevo parcial (pero en este caso a nado) hemos sacado.

Como no tenemos prisa y esta disciplina de nadar la tenemos como alternativa ( entrenamiento cruzado) para paliar ansiedades, si la última vez en desarrollo, llegábamos a completar la distancia de 1500 metros, en la mañana de hoy le hemos sumado 500 más, para en 45´de reloj, con un 2000 acumulado en nuestros brazos, marcharnos a casa super satisfechos.

Digo que fiel a nuestros principios, por que para mí lo más importante en este momento en el que me encuentro, es seguir sumados específicos y de una manera placeba, tener engañado a nuestro cuerpo.

Al final no he ido al médico ya que parecer ser que la molestias en la zona afectada empiezan a remitir y no hay tanta dolencia, aún así, seguiremos asegurando sin prisa en el correr, y nos quitaremos el nervio de esta forma.


Puestos de nuevo el traje de faena en el día de hoy y a lomos de mi Trasto, tenía claro que por nada del mundo me iba a perder yo, lo que como entrenamiento matutino se presentaba.

Llegábamos al último día de la semana con la última tirada larga de calidad de mi cerillica. De especial motivación nos ha servido que enterado de ella y él también inmerso en esa próxima Maratón de Logroño, nuestro Super Canales nos dijera que se sumaba al entrenamiento.

Sobre primeras dudas a tener en cuenta donde programar el entrenamiento, teníamos claro que éste se iba a desarrollar en un lugar donde sin género de dudas, desde el mismo comienzo del entrenamiento, nada más te tendrías que preocupar por coger el ritmo y correr sin miedo.

Cuando digo sin miedo, lo digo, por que bien sabido es, que hacer estas tiradas tan largas dentro de la ciudad, conlleva que puedas tener algún tropezón con algún bordillo o que pueda atropellarte un coche.


Así que manos a la obra y como veís, a las 07:15 en punto y como auténticos relojes suizos, estábamos todos en ese inicio y punto de partida, nada más pasar la población del Bohío de Cartagena, para adentrarnos de pleno, dentro de la Via Verde la cual nos daría bastante tregua para ir 13,5 km en un sentido, y los mismos hechos, de vuelta.

En total casi 28 en un poquito más de dos horas. 126 minutos que sin duda y a pedalada limpia nos ha servido de mucho, principalmente ( a pesar de su exigencia) de pasarnoslo de puta madre.

En esta ocasión debo decir que de principio a fin a nuestra principal protagonista los últimos retoques ocasionados en su motor, le han venido al pelo para que la respuesta haya sido la oportuna.

Finiquitado ya el entreno como veís, uno sentado y casi muerto, el otro asombrado por lo hecho, y la colega de las vegas como si todo comenzara de nuevo, hemos puesto punto y final a lo que ha sido otra de esas semanas de órdago.

Yo sigo con mi recuperación, teniendo claro que a estos niveles y por lo que se nos ofrece, que no me pierdo estas fiestas kilométricas donde el buen rato y las infinitas risas estarán siempre acompañadas.

Importantísimo ( que es donde más a derivado la buenas sensaciones en el día de hoy) estar en manos de buenos profesionales de la materia ( donde te puedan aconsejar), para que en el tema de nutrición, nuestra Lorena Lujan haya sabido una vez más poner los puntos sobre las íes, y sobre el terreno, con una perfecta planificación de entrenamiento, Eugenio Garcia para que nuestra Cerillica volara. 

domingo, 1 de septiembre de 2019

INTEGRAL DE CARROS DE FOC 2019








Quien me iba a decir a mí a día de hoy, que después de haber llevado a cabo un simple pelado, a manos de mi peluquero Suso Laborda, saliera esta pedazo de ruta de la Integral de Carros de Foc.

De esta manera salio todo lo que poco a poco y en desarrollo os voy a contar en esta crónica mía, de lo que se vivió, sentió, sufrió y disfrutó, durante casi esos 85 km de recorrido con sus nada mas y nada menos que 5.100 metros de desnivel en positivo

Como os digo, mi hermano Suso Laborda, mientras ejercía ese difícil arte de dejarte en condiciones optimas de aseo capilar, me propuso en estas vacaciones llevar a cabo este tremendo reto que consistiría en 3 días, con sus correspondientes noches recorrer toda esa circular de Carros de Foc.

Sabía y de sobra ( por que en otras ocasiones ya lo habíamos hablado), que lo propuesto era muy apetecible, es más, necesario para ambos al saber que sería un ansiolítico de los buenos, para desconectar, salir de nuestra zona de confort, y volver a encontrarnos con nosotros mismos.

Estas circunstancias sabíamos que se llevarían a cabo (sin género de dudas) por desarrollarse íntegramente todo su recorrido por ese tremendo y precioso Pirineo Catalán, donde lo único que nos íbamos a encontrar iban a ser, sendas, montañas, cumbres y lagos


De esta manera y con lo programado en la mano, viendo tremenda batalla a la que nos íbamos a enfrentar, y con un permiso expreso (claro está) de la Jefa (Alicia Antón) para poder marcharme y dejar a mi familia durante 5 días sola, ya que serían tres días de ruta más dos de viaje para desplazarnos hasta el lugar y otro para bajar para Cartagena), emprendimos esa aventura que os muestro como mapa en líneas arriba ( y de manera circular) el pasado día 19 de Agosto, donde como reloj Suizo a las 04:45 horas, Suso ya estaba en la puerta de mi casa para echar todos los bártulos y emprender un viaje que nos comportaría completar en unas 9 horas hasta llegar a Spot (Llleida) donde desde ése lugar, en breve empezaría una gran aventura.


El pueblo en cuestión tengo que decir que de principio a fin era precioso. Auténtico pueblo de montaña, donde se respira pura vida a raudales y lo que se veía, te dejaba perplejo por lo bello y bonito de su entorno.
Previo a comenzar con la ruta, lo que hicimos de inicio fue a primera instancia, acercarnos a la Casa del Parque que hay ubicada en dicha localidad para comprar, un mapa y con él (para mayor seguridad) llevárnoslo con nosotros a la ruta, para si fallado nuestro GPS, pudiéramos tirar de conocimiento de cartografía y salir indemnes de lo que se nos presentara como dudas.

Para eso, dicho mapa sabía yo que no iba estar en mejores manos que en la mi hermano Suso, y el tiempo, lugar y momento me dió la razón por lo que ante nosotros se nos presentó en pleno recorrido y que en su momento y líneas más abajo ya os pondré en detalle al caso.


 A partir de ahí y a breves momentos de comenzar ésta gran aventura pirenaica, tanto Suso como yo teníamos claro lo que como obligación, nos tocaba afrontar, para llevar los depósitos en su totalidad llenos y agrupar en seguridad de saber, que con las reservas a tope, cualquier contratiempo venido en ruta, se solventaría sin problemas.

Como os digo y adentrados en un bar de la localidad, éste ubicado nada más entrar a Spot, y con un trato hacia nosotros majestuoso por parte del personal que regentaba dicho establecimiento, nos quedábamos a comer para ingerir en suma, dos pedazo de cervezas ( que nos supieron a gloria después de 9 horas de trayecto con ese primer trago), dos platacos combinados de patatas asadas con sus 2 buenas pechugas, y una ensaladaka de turno que añadiendo sus dos postres de rigor, cafe con leche y café solo, en estado óptimo de salida, estábamos para emprender tan maravillosa experiencia.


Ahora si que si nos decíamos mientras emprendíamos ya marcha hacia nuestro vehículo. Ahora ya no había marcha atrás para saber, que acercado hasta ese parking (con aproximadamente a una distancia desde donde nosotros nos encontrábamos de 4km) estaría ese pistoletazo de salida para ampliar en exactitud, una experiencia que sabríamos que de principio a fin, nos cambiaría nuestras vidas.

Llegados a las mismas puertas del Corazón del Parque Nacional de Aiguestortes, como intención y recorrido en sí de afrontar, teníamos pensado andar todo aquello que como vertiente y luz solar se nos ofreciera.

De primeras y ya con todas nuestras artes en uso. (mochila de rigor de 60L (cada uno) y con un peso aproximado entre 12 y 15kg de material) por lo que denominamos autopista hacia el cielo entre pasadizos con caminos de madera y senderos cerrados a cal y canto por una arbolada preciosa, comenzaba toda una aventura que de primera mano ya nos hizo escuchar, oler y sentir cercano a nosotros, la fuerza de nuestra madre naturaleza vestida de rio con sus bajadas de aguas bravas.

Os lo podéis imaginar nuestras caras familia, y sobre todo, emociones las cuales nos embargaban a cada paso ( con tan solo 1 horita de ruta que llevábamos), al observar lo que ante nosotros se mostraba. Preciosidad ésta, la primera la cual yacía ante nuestros ojos y que por nombre esa cumbre llevaba la dels Encantats.
Vertiginoso y a su vez especial lo que esa primera cumbre y como a vista de pájaro se nos mostraba, para en consecuencia situarnos y saber, que iba a ser mucho y muy bueno, lo que como momentos paisajísticos se nos iban a presentar y los mismos grabaríamos a fuego en nuestras retinas


Asi, con un paso firme y con las ideas muy claras de saber lo que teníamos que hacer durante este primer trayecto, poco a poco, metros a metros ( porque aqui, de kilómetros vamos hablar cuando sea preciso) fuimos ascendiendo hasta llegar a esa primera parada la cual nuestra madre naturaleza nos tenía reservada y que como refugio se nos presentaba a modo de iglesia.

Desde ese mismo altiplano y con una de mis manos en la puerta de madera y que da acceso a su interior ( ella cerrada en el momento de nuestra presencia) rezábamos para saber que desde ahí hasta dar por finalizada la batalla, nuestro Señor Jesucristo nos iba acompañar, para salvaguardar nuestra integridad y mostrarnos el camino.

Y a día de hoy, pasado todo y escribiendo estas lineas os puedo decir, que vaya si nos cuido, y nos salvaguardo para que llegáramos sanos y salvos de nuevo a nuestro vehículo.


Como os digo, y muestran estas primeras imágenes, todo lo que nos envolvía parecía haber sido sacado de un cuento de hadas. De paisajes los cuales si nos hubieran hecho perder la noción del tiempo, ni por asomo nos hubiéramos situado y hubiéramos creído que estábamos dentro de nuestra España. Concretamente en el Pirineo Catalán.

Cumbres impresionantes como ésta primera la cual os comentaba ( y que nos venía como primer paso) para no dejarla pasar desapercibida, observarla como realmente se merecía y agradecer toda esa buena energía que nos transmitia.


Era mucho y tremendamente muy bueno lo que todavía nos quedaba por afrontar, pero aún así y con un cartel ante nosotros que nos ubicaba que en menos de 5´ nos encontraríamos en el mismísimo y precioso Estany de Sant Maurici, aterrizamos allí y es cuando por primera vez los pelos se nos ponían de gallina.

Lago espectacular, con una preciosa vertiente añadida ante nuestros ojos y momento (llamada cascadas a lo lejos y mano derecha) que nos hacía presagiar que tremendo paisaje lo tendríamos que saborear como debidamente se merece.



Me entendéis ahora lo que os quiero decir verdad?. Sé yo que es muy poquito lo que llevamos narrado sobre estas líneas,  y ya estáis más que intrigados de lo que poco a poco y como a modo de experiencia se nos sirvió tanto a nuestro Suso Laborda como a mi persona.

Pues os debo decir que fue mucho y muy bueno. También hubieron momentos muy malos con mucha incertidumbre que os lo haremos saber, pero como buenos expertos en materia y no dejarnos llevar por lo que nos podría pasar, esta preciosa ruta la supimos afrontar, pasito a pasito y como según nos venían y se nos presentaban las circunstancias.

No tenemos que olvidarnos que donde en su totalidad se desarrollaba todo era en alta montaña, y de esa apreciación ya os puedo asegurar que tanto Suso como yo, lo llevábamos grabado a fuego en nuestras mentes . Y es que claró está, hablando de fuego, nos encontrabamos con la intención de realizar, toda esa Integral , de Carros de Foc en los Pirineos Catalanes.


Situados sobre esa primera parada técnica con nuestros GPS y viendo todavía del tiempo el cual disponíamos, es cuando mi hermanico Suso me dijo que nos podíamos permitir todavía el continuar, adentrarnos un poquito más en ése valle y llegar a lo que como primer Refugio nos encontraríamos en nuestra ruta y que por nombre llevaría el de REFUGI D´AMITGES.

Según se nos presentase la circunstancia llegado a ése altiplano y refugio, determinaríamos hacer noche o continuar hasta el siguiente. En este caso, REFUGIO DE SABOREDO.



Lo bueno de estas rutas compartidas y su vez tan extremas, aunque parezcan autenticas locuras, son rutas las cuales se hacen y por mucha gente. Por ello y en estas primeras pesquisas del camino, nos fuimos encontrando con compañeros, que unos ya acabando en su totalidad esa pedazo de integral, y otros afianzándose solo a una parte de un recorrido, podíamos compartir opiniones, y porque no , aprovechar para que tanto a suso como a mi ( y junticos como realmente nos merecemos) se pudiera inmortalizar un momento como el que os mostramos.

Así fué y de agradecer al compañero que nos hizo la foto ( por ello le estaremos agradecidos de por vida)  que como bueno deportista que es, nos dijo que se desplazó desde Madrid ( ya que el practicaba parapente, hasta la misma zona donde nosotros nos encontrábamos) para desde allí y por como se había presentado el dia en Madrid ( de no poder alzarse en vuelo), realizar un recorrido que le agruparía en hacer unos 8km.


Llegados ya a lo que era el altiplano del REFUGI D`AMITGES, y transcurridas 3 horas de ruta desde nuestro inicio, completados casi 8 km y viendo que luz aún nos quedaba para poder continuar, es lo que hicimos, con la esperanza de creer, que nos daría tiempo llegar al REFUGIO  DE SABOREDO, donde caminado apenas 30´tuvimos que improvisar nuestro propio Kampamento Base y permanecer toda la noche porque daban precipitaciones de lluvia.

Como os digo y metidos en estas vertientes, todo al completo y con exactitud lo llevábamos estudiado de cabo a rabo para situarnos en circunstancia y saber que sobre las 21 horas ( y durante toda la noche) comenzaría a llover,hasta pasadas las 10 de la mañana.


Elegido el sitio,éste para nosotros ya fué especial por verse inmerso dentro de un maravilloso valle donde en apreciación y a primera vista, a parte de estar rodeado de auténticas cuchillas de piedra y en vertical, teníamos otro de esos lagos ante nosotros que lo hacía precioso.

Ya se nos puso en antecedentes estudiando la ruta, que por todo el recorrido que íbamos a desarrollar, aproximadamente cruzaríamos más de 50 de ellos. Pero poco a poco y pisándolos en primera persona, lo que más nos sorprendía era que cuantos más lagos ante nosotros iban apareciendo, cual más bonito.
Este, acompañado de un hondón que lo hacía particular y único, se concluyo en ascender en vertiente y situarnos sobre alto para que no nos comieran los mosquitos.


Confiados de plenos, y en lo que nos creíamos que iba a ser un camino de rosas, poco a poco se fué transformado en lo que realmente era, no siendo otra cosa que el mismo corazón del Parque Natural de Aiguestortes.
Instalados y comenzando a chispear, nos tuvimos que afianzar en montar en su totalidad una tienda de campaña (de dos personas) junto a un pequeño chambergo en el cual, guardaríamos nuestras mochilas y comida, ya que como sabéis la intencion que se llevaba era desarrollar en su totalidad dicho recorrido en autosuficiencia.

De primera mano y elaborados por nuestro Suso ( transformándose por momentos en plena batalla en todo un master cheff) cenábamos en esa primera noche ( y por circunstancias ajenas a nosotros) a la intemperie, un plato de macarrones con atún y con el agua con la que se había cocido la citada pasta, aprovecharla y hacernos un vaso de fideos con caldo.



Metida ya la noche y como tregua previa, nuestro Señor Jesucristo ( que como os digo a pesar de las inclemencias, estuvo velando por nosotros durante todo el trayecto para que de nada nos pasara) se puso a llover de una manera, que en la vida, se había encontrado mi persona en tesitura.

Poco a poco veíamos (literalmente) como nuestra tienda de campaña se iba empapando de cabo a rabo. Inclusive con ignorancia suprema, mi persona al ver tremendo percal y creyendo que estaba en lo cierto, en una de esas veces y observando como ya os digo, que todo estaba cobrando un claro color a agua por un tubo, mirásemos hacia donde mirásemos en ese pequeño espacio tan recudido, le dije a suso que no se preocupase que todo lo que veía como agua y dentro de la tienda de campaña ( más en apreciación a la entrada de la misma con pequeños charcos) que era debido a la condensación por estar cerrada en su totalidad. DIOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS con la maldita condensación, como nos lo hizo pasar.

Ya quisiera yo que esa afirmación hubiera sido la valida para saber que nada de lo dicho era verdad, ya que nos estaba cayendo un vendaval a modo de fuertes vientos con fuertes lluvias encima nuestra, que lo único que nos quedó por hacer ( por lo menos a mí) fué rezar y rezar y pedir que por favor en breve se terminara tremenda tromba de agua.


Inmóviles los dos en todo momento y durante toda la noche como ya os digo, Suso y yo, (por que como nos moviéramos a babor o estribor, la embarcación se iba a pique), restando horas y siguiendo lloviendo a mares con inclusive momentos de sentir encima nuestras cabezas truenos acompañados de auténticos relámpagos ( como si en esos precisos momentos nos estuvieran haciendo una foto) se abrieron las primeras pinceladas del nuevo día donde sin pensárnoslo, y haciendo cabalas para salir indemnes de tremenda tormenta, proseguir hasta el Refuio de Saboredo (teniéndolo a 2 horas desde donde nos encontrábamos) o retroceder y aguarecernos en D´AMITGES el cual lo teníamos a menos de 1h.

Estuvimos en lo acertado de retroceder ( después de desmontar nuestro campamento como si no hubiera un mañana) y poner rumbo de nuevo hacia ése primer Refuio D`Amitges y desde allí, situarnos.
Por lo pronto, cuando llegamos a ese vergel, eran las 07:45 horas lo que dio a lugar y ya en un espacio seguro, de poder cambiarnos de ropa y ponernos en seco. Dentro de nuestras posibilidades. Ya que por mucho que lo intentamos, el saco de dormir y muchas cosas más, iban completamente mojadas.


Más tranquilos ya, despues de la noche que habíamos pasado, sin descanso previo a penas, cambiados por completos y más cómodos, de inmediato nos fuimos a entrevistarnos con la gerencia del refugio para determinar si podría ser posible desayunar en sus instalaciones.
Por supuesto nos dijeron ( aún módico precio de 10€ con bufete libre) nuestras personas volvieron a sentirse con energía al ingerir a gogo, tostadas con tomate, lonchas de pechuga de pollo y queso, salchichon, leche de avena con magdalenas y algún croassant que otro.
Determinamos en proseguir en esas instalaciones hasta que amainare la tormenta. Sabiamos que sobre las 13 horas ésta tendría que desistir en su fuerza y hacer que de nuevo saliera el sol para darnos tregua.



Debo decirlo si. Muy cómodos y con pocas ganas de partir, al encontrarnos de maravilla y en caliente, esas horas de las que os hablo, fueron pasando e hicieron que de nuevo previsores ante lo que teníamos que llevar a cabo, nos situaran y sacáramos fuerzas de donde no las teníamos y equipados de nuevo por completo, nos echáramos a la calle y desde esa misma puerta observando que continuaba lloviendo, partir (ahora sí) hacia el siguiente refugio, sabiendo que delante nuestra tendríamos una jornada bastante dura hasta completarla y ponerle fin en ése Refugio de LA RESTANCA, obviando al paso al de COLOMERS, porque ése no entraba dentro de nuestros planes.

Antes de marcharnos de AMITGES, nos íbamos con unas buenas y maravillosas sensaciones por compartir junto a personas que no conocíamos momentos de la ruta. Llegamos a entablar amistad con una familia, que acompañada junto a su hijo, también estaban inmersos en plena batalla.

Esos momento sin duda son los que suman tremendamnete para mi y en positivo, por llevarse a cabo, con nada más en las manos de un buen tazón de café con leche. Esos, y lo que como personal de gerencia del Refugio nos encontramos donde un chaval con gorra y barba nos atendió, sirvio y facilitó en todo momento todo aquello lo cual necesitásemos. Incluso hubo un detalle el cual hizo que nosotros por inciciativa propia colocásemos nuestros sacos de dormir en una zona del refugio para que esos se nos secaran antes de partir, y éste chaval del que os hablo, nos lo cambiara él de sitio ( sin previo aviso ni obligación ningúna) para colocarnoslos de nuevo en la zona de baño y desde allí por el aire que corría, que estos y en su totalidad, se secaran completamente. GRACIAS, GRACIAS y mil GRACIAS por cuidarnos como nos cuidastes compañero.


Ya, ataviados con nuestros Ponchos y mochilas e inmersos en el camino y lloviendo, con más frío que hambre pero ya con un paso delante del otro, comenzábamos de nuevo a restar metros a otra nueva franja que nos comportaría desarrollar, si o si, antes que de nuevo nos diera la noche.

Y en esta ocasión y sobre el intento no podríamos fallar, ya que dormir una noche más a la intemperie sería mortal por las condiciones tan extremas a las que tuvimos que hacer frente en esa primera y que nos palío para dejarnos mermados en sueño y ya todo ese día llevar dicho cansancio a cuestas.


Os puedo decir que ante imágenes como ésta, no son postales robadas de la primera tienda que pillamos en la zona. Son de lugares donde nuestros piés en curso, pisaban tremenda belleza. Así de principio a fin en plena ruta y por determinar lo que todavía nos esperaba.
Justiciero fue nuestro Señor Jesucristo y como regalo nada más salir de ese primer Refugio (sobre las 12:30 horas de la mañana) para parar por completo la lluvia y hacernos despojarnos de tanta ropa que llevábamos encima, para sudar menos y economizar más, paso a paso el cual llevábamos.

Eso sí, no se iban a terminar todos esos enjambres de cumbres, lagos preciosos y ensenadas donde cuando no eran piedras, era hierba, y cuando nó arenas movedizas debido a la gran cantidad de agua caída sobre el terreno y que esta al haber incidido directamente sobre él, pasos hubieran para nosotros inciertos de creer que dado el mismo al suelo nos iríamos de bruces.


Poco a poco íbamos colonizando valles, lagunas y vértices de vértigo que presentándose los mismos como se nos presentaban, parecían que los mismos se habían extraído desde el mismísimo MORDOC, donde ampliando nuestra vista al infinito, nada más que se podía contemplar una belleza extrema.

Lugares de ensueño sin duda que también os digo, que gracias a la época en la cual nos encontrábamos se podían transitar, ya que de pleno y metido el invierno ahí, querer hacer lo mismo como nosotros estábamos haciendo, presagiaría una muerte segura por el peligro que comportaba.


Lagos y más lagos y todos estos claro está a nuestro paso, sumando siempre en positivo, y por que no decirlo, también salvándonos de la quema ya que muchos de ellos ( con previo a una pastilla potabilizadora) nos servían de avituallamiento de líquido para no ir con más peso y hacernos con ello el camino más liviano.

De nuevo sobre este terreno volvíamos a coincidir con gente ( en este caso con dos chicas) las cuales a nuestro paso y el suyo, en antecedentes nos poníamos de como les estaba yendo la ruta.
Momento el cual una vez más, aprovechándonos de la confianza otorgada, se inmortalizaba el momento y con ello, esta imagen pasase ya, a ser parte de esta bella historia.

Muy concentrados en seguir ampliando nuestro recorrido y restar km al asunto, emprendíamos la marcha de nuevo con un único objetivo, divisar lo antes posible ése Refugió de Columers, para sin parar, continuar la marcha hasta llegar a ése  lugar, donde pasar la noche y que por nombre llevaría el Refugió de la Restanca.

Pero para que llegara ese preciso momento, todavía en materia nos quedaba mucho que transitar, mucho que disfrutar y ante todo, algo que padecer.
Por empezar os diría que tuvimos que solventar a diversas y variadas vacas salvajes las cuales habitando y transitando en el medio natural , y cruzadas a cal y canto en mitad del camino, dándoles de mamar a uno de sus terneros, haber quién tenia huevos para acercarse y decirles que por favor nos dejaran paso.

Pues de las mejores formas solventamos lo que como dificultad se nos presentaba, subiendo ladera arriba para esquivar a las reses y en definitiva volver a bajar y transitar la misma vereda, pero ya ésta amplia en longitud y sin peligro añadido el cual nos mantuviera en vilo.


Benditas estas maravillosas marcas del GR, donde divisándolas siempre a lo lejos para situarnos, éstas siempre nos salvaban ( junto a otras siendo un mástil de madera con su parte superior en amarillo) de perdernos y con ello saber que la incertidumbre estaría asegurada.

Tenemos que decir que de principio a fin en todo recorrido que emprendíamos, si no eran con esas marcas y las anteriormente descritas, junto con los correspondientes hitos los cuales nos iban situando, la contienda hubiera sido de otra guisa sabiendo en admitir, que aún así nos perderíamos, pero que al final, ellas serían una vez más las que nos sacarían de la quema.



Como veis, a cada paso, a cada exhalación, lo que nos abrumaba ante nuestros ojos eran unas vistas impresionantes.
No nos cansábamos en afirmar que parecía que no estábamos en nuestra España, es más, si hubiera existido la posibilidad de hacernos perder la noción del tiempo y querer situarnos de nuevo, en la vida nos hubiéramos centrado dentro de nuestras fronteras.

Por ello y de pleno, en todo momento estábamos agradecidos a la Vida por lo que nos ofrecía. Por lo que nos regalaba y más aún, nos hacia disfrutar a cada paso sobre ese medio.

Cuando todo a tu alrededor es tan inmenso, a ti te hace parecer algo volátil. Algo insulso que te hace situar y saber que somos nosotros los que estamos aquí de paso.
Mucho que aprender de nuestra Madre Naturaleza sin duda. Ya que ella en su justa medida y preciso momento, supo darnos todo aquello lo que necesitábamos.


En rutas donde por la amplitud de las mismas en extensión y horas de recorrido, hubo tiempo sin duda para todo. Para pensar, para respirar, para pararte y contemplar , lo que ya os he dicho y que como paraíso terrenal ante nosotros se mostraba.
Sabedores de lo privilegiados que éramos, y ante lo que no nosotros se nos mostraba, llegándo a las 15horas de ése medio día en el primer día de ruta, concretábamos en hacer una parada en el camino para comer tranquilamente.

Nunca en la vida me iba a imaginar yo que un simple sanwich de atún con pan bimbo, éste me supiera a gloria.
Bocado a bocado como si se tratase de pecta minuta, fuimos devorando ese manjar y a su vez, recordando lo que nos habíamos encontrado hasta llegar a ése altiplano donde nos encontrábamos.

Poco era ya lo que nos quedaba para alcanzar, ese Refugio de Colomers, y hacernos saber que dentro de lo estipulado, andabamos en ruta.


De vez en cuando un alto en el camino siempre nos venía bien para retomar fuerzas, y también para ingerir algún gel que otro energético, que nos mantuviera atentos para al final, cumplir con lo establecido.
Cada parada que hacíamos, cada momento que dejabas de andar y te reclinabas o sentabas sobre una roca, se magnificaba a una escala, que después de llevar durante tanto tiempo a cuestas un mochilón, ese descanso te parecia llevarse a cabo en todo un colchón de 4X4.

Pero volviendo a la realidad y sabiendo que no podíamos perder más tiempo, a pequeños mircro descansos, seguimos restandole km a la ruta, eso si, de vez en cuando, refrescándonos un poco, para paliar los calores que en esos momentos transitaban nuestros cuerpos.


 A estos niveles de ruta, da igual si llevas bota técnica o zapatilla de montaña. Tanto Suso como yo, hablando entre nosotros llegábamos a la misma conclusión de que nuestros piés por momentos nos ardían.
De ahí, que situados sobre el terreno y agudizando todos nuestros sentidos para no caer al fondo del rio, sacando ambos pies por un lado, estos nos los resfrescábamos para continuar con una sensación, la cual a día de hoy os puedo decir que se agradecía y mucho. En definitiva PURA VIDA sin más.

Suso siempre atento al Track de su GPS, de vez en cuando y previsor de cualquier contratiempo, trazaba una linea en longitudinal para abreviar en dar vueltas innecesarias y economizar para que cuanto antes se pudiera llegar al siguiente hito.


De todos es conocido lo de EL SABIO DE HORTALEZAS ( ganar, ganar, ganar y ganar), pero si de esta ruta saqué en claro una cosa, esa fué la del sobrenombre con el cual y hacia la persona de nuestro Suso, ya he bautizado de por vida:

Mientras viva mi persona, la suya para mi sera, sin género de dudas como;

 " SENDERO LUMINOSO DE POZOESTRECHO".

Como un auténtico "Sioux" del Pirineo, que manera en todo momento de estar situado. Que maestría en ése dificil arte de saber donde te encuentras, pero mejor aún, perdidos en la nada, saber divisar esa senda que te llevara una vez más, a ponerte sano y salvo.


Pasado ya (ahora sí) ése Refugio de Colomers, lo que nos se nos presentaba como técnico era toda una variante de piedras infinitas, que ya a primera instancia ese lugar lo catalogábamos como la fábrica de las Piedras de los Mecheros.
Sin prisa y con un paso muy firme, todo lo que se nos presentaba como pisada, fué subsanada sin levantar la vista del suelo.
Ahí está claro , que un descuido, o confiarte, se pagaba con algún problema el cual podría derivar en tener alguna caída, y estaba muy claro que encontrándonos donde nos encontrábamos, y quedándonos los que nos quedaba para llegar al Refugio donde pernoctaríamos, se trataba de seguir con mucho brio pero sin ningúna prisa.


Inimaginable fue, lo que después de ése Mar de piedras nos encontrábamos. Por el GPS de nuestro Sendero Luminoso, sabíamos que el Refugio en sí se encontraba al lado derecho de un gran lago.
Pero lo  que no nos podríamos imaginar, que estuviera situado donde al final nos lo encontremos.
Ante de todo eso, tuvimos que bajar por un empedrado muy técnico que nos haría bajar hasta las mismas entrañas de nuestra madre tierra.
Poco a poco y en su descenso lo que de inicio era tremendamente precioso, se fue transformando en algo inhóspito que inclusive nos hizo presagiar que nada allí de lo que buscábamos para que nos diera esa confortabilidad que necesitábamos en esos momentos existiera.

Pero al final del camino ( transformandose éste a última hora en arena movediza, y acentuándolos en apoyar bien nuestros bastones, por desarrollarse toda esa parte final con una inclinación descendente y en zig zag bestial), allí estaba majestuosamente ubicado, el REFUGIO DE LA RESTANCA, como si bien se tratase del mismísimo Castillo del Conde Drácula en Pensilvania .


La verdad que esa llegada al referido refugio tocando ya casi las 9 de la noche fué un poco dantesca con una incertidumbre principal de saber si nuestras personas podrían pernoctar en él, previo a darnos una buena ducha en condiciones.

Gracias a la orografía del terreno y donde se encontraba el refugio, a falta de tan solo una hora para que cerrasen sus puertas a cal y canto y ya nadie más pudiera pernoctar en él, tuvimos la suerte de nuestra mano y habitación pillábamos, donde antes de acostarnos, una buena ducha nos dimos y  una buena cena nos metimos.


Secos completamente y para situarnos, hablando con personal encargado de la gerencia del referido refugio, éstas nos situaban y a la vez nos daban (podríamos decir grata sorpresa, al saber que al día siguiente todo lo que habíamos bajado de nuevo lo tendríamos que subir?).

Pues así fue como nos enteramos cuando le preguntamos que dirección tendríamos que tomar para determinar sentido hacia el REFUGIO DE LA VENTOSA.

Estando donde estáis y ascendiendo hasta lo más alto de donde bajasteis, en el segundo valle os encontraréis un desvío en el cual claramente os situará para tomar esa dirección correcta.

El caso es que el día anterior, llegado a esa ubicación exacta nos dábamos cuenta al momento, pero como nuestra intención era hacer la Integral completa de principio a fin y en circular, no sabiendo de ésa salvedad, llegados a estos términos os puedo decir que de igual forma hubiéramos bajado.

También os digo que ahora entiendo porque ése Refugio en cuestión fuese el que más sensación de refugio nos dio ( valga la redundancia) ya que como en otros que nos habíamos encontrado, nada de multitudes habían en éste. Lo justo y necesario para salir de nuevo a la batalla e indemnes, con un desayunako que nos esperaba a las 07:00 de la mañana.



Como os decíamos, puestos en marcha a las 07:00 horas en punto para desayunar, a las 8 salíamos de ese Refugio donde debemos decir que pernoctamos de puta madre.
Nos vino muy bien esa parada en el camino y que se hiciera de esa forma. Aunque a primera instancia y otorgada la habitación que nos correspondía (supuestamente) por poco salimos a hostias ya que por parte de la dirección se habían equivocado y ahí estaba el Señor Suso despertando a to kisky.

Diossssssssssssssssssssssss. Que momento. Os podeis imaginar la situación cuando después, calculamos aproximadamente de 13 horas de ruta, acostados, tapados y ya inclusive escuchando algún que otro ronquido, entramos a hurtadillas dentro de ese pequeño espacio donde podrían estar pernoctando unas diez personas, y nosotros mientras tanto buscando el 7 y 8 que correspondian a nuestras camas.

Allí en ese momento lo único que se podía asemejar a la loteria que llevábamos en la mano fueron, los dígitos 37 y 38 que por supuesto cuando ambos fueron despertados y preguntados si estaban en la habitación y cama correcta, estos con sendos gruñidos nos situaron al instante.

Patas para que las queremos. Salimos echando hostias del habitáculo para entrevistarnos enseguida con la dirección del refugio y ponerle en antecedentes de lo ocurrido. Muy tranquilos, eso sí, cuando se situaron nos supieron decir que el error no había sido de nosotros sino de ellos, ya que se habían equivocado de habitación. Otorgándonos otra a tales efectos, que debo decir que no hay mal que por bien no venga, por que en esta solamente había una persona durmiendo y dos más, minutos después que entraron.


Poco a poco y ascendiendo de nuevo allá donde se respiraba vida, fuimos solventando esa primera parte, la cual conocíamos de sobra y que nos haría buscar ese cruce de caminos para seguir dirección hacia el REFUGIO DE LA VENTOSA.

Esta parte como en su totalidad se discurría a cielo abierto, pudimos contemplar de nuevo toda su belleza extrema . Hasta de nuevo pudimos coincidir con compañeros, en este caso de nacionalidad francesa, los cuales y con un español poco entendible, nos hacían saber que ellos también estaban disfrutando al máximo.

Es lo bueno de todas estas rutas. De todos estos caminos compartidos donde solamente te vales de lo que portas. Aquí justo en el preciso momento que se da el pistoletazo de salida desaparecen las clases sociales y te quedas con tu alma.

Alma la cual te das cuenta enseguida que es a semejanza del resto de los mortales con los que coincides donde se de el caso, ya que la amabilidad, la generosidad y buen que hacer entre todos nosotros , pondera para saber que estamos bien y podemos continuar con la ruta.


Por ello y siempre en agradecimiento, de nuevo aprovechábamos la ocasión para que inmortalizando el momento, fueran otros cámara en mano los que determinaran la imagen.
Imagen como veis la cual da muestras evidentes que a pesar de lo que ya llevábamos en nuestras patas, estábamos enteros y cargados de energía de la buena para llegar hasta ése cruce dichoso y continuar con nuestra marcha.

Esta ensenada en la cual nos encontrábamos a partir de la imagen, no es que fuera muy técnica, pero si había que llevar especial atención en su camino ya que este se encontraba en muchas de sus partes llenos de agua y hierba, no sabiendo muy bien donde iría a parar la pisada.
Por ello y siempre muy cautos con nuestros bastones ( benditos éstos ya que sin los mismos ya os puedo asegurar que nada de lo transitado hubiera sido posible) ellos , previo enclave, era los que nos abrían la posibilidad de saber que puesto el pié, nada nos sorprendería.



Llegados hasta ese espacio donde a modo de cartel, se nos anunciaba lo que nos quedaba para llegar a ese más que deseado Refugio de la Ventosa, esa horita y cuarto la cual nos separaba de él, se disponía de tal forma por su entorno, que nos hizo disfrutar a las mil maravillas.

Este primer enclave hasta llegar al refugio fue un auténtico disfrute para nuestras almas. Una autentica maravilla para nuestros ojos y sobre todo un poder de agradecimiento hacia nuestra madre naturaleza por como se nos presentaba el terreno.

Este para que os situeis era todo un scalextric Pirenaico. Un sin fin de sendas con sus subidas  y bajadas, cruces a determinar y pequeñas cumbres a las que subir.

Por ello, esos lugares los cuales los considerábamos como preciosos no nos podíamos contener para hacer una alto en el camino y fotografiarlo.


No es broma cuando os digo que todo lo que nos rodeaba era precioso. No sabría predeterminar que sitio exacto eligir de la ruta, para considerarlo como mi favorito.
Ya os digo yo que por lo que se nos ofrecía en todo momento y por como se encontraba el día hablando climatologicamente, era imposible ya que a todo lo que mi vista alcanzaba como lienzos de pintura, consideraba.

Mientras tanto, mi Sendero Luminoso y yo a lo nuestro, divisando a lo lejos como y hacia nosotros, se acercaba una pareja la cual horas antes estaban desayunando en el refugio.
Estos en materia ( chico y chica) se notaba que la ruta la hacían de otra manera. Con menos kilos que portar encima por ello y cuando llegaron a nuestra altura, echándonos nosotros hacia un lado, los dejamos continuar a ellos a su ritmo. Que por cierto, vaya ritmo llevaban tanto el como ella impuesto.


Durante el recorrido tuvimos momentos mágicos para inmortalizarlos como bien habeís visto. Pero este momento fué mas que especial por que por imagen y palos en cruz, iba dedicada a nuestro Maestro Juande.

De él en concreto y de algunos más nos acordamos durante toda esta ruta. Tony Andrades, Andrés Moliner y mi amigo José Carbonell. Aunténticos autóctonos de la zona que por saberse, este recorrido se lo saben de memoria por haberlo pisado ellos antes.

Pero en concreto, esta imagen estaba hecha por nuestro maestro, para nuestro Juande, por ser nuestro mentor el cual y junto a él, en otros batallas y retos, nos vimos inmersos.

En esta Dios solo sabe lo que nos hubiera gustado tenerlo a nuestro lado, pero por la disposición de los días y lejanía del entorno, sabíamos que iba a ser imposible, por ello, tanto suso como yo, nos propusimos que durante toda la ruta y todas las fotos que se hicieran con los palos en cruz y en alto, estos estarían inspirados en la persona de nuestro Juande al que tanto admiramos. Maquinón de Maquinones sin duda su persona, radiando en todo momento una humildad de la cual el resto nos embargamos y seguimos aprendiendo.


Prosiguiendo con la ruta y en sentido del Refugio de la Ventosa, si os dais cuenta todo lo que nos rodeaba era bastante variopinto en su esplendor, ya que por momentos todo se oscurecía para dar otra dimensión al entorno, como también se abría un nuevo sol para acompañado con cascadas de aguas bravas como la que os presento.

Mermado por las horas que llevábamos ya acumuladas en nuestros cuerpos por la caminata que trazábamos, a penas a 30´nos encontrábamos de lo que sabíamos de nuevo que iba a ser una pequeño oasis en el camino, para determinar un alto más que necesario y desde allí, desde esas preciosas instalaciones reponer fuerzas ingiriendo de nuevo alimentos, y bebiéndonos una buena cocacola la cual cuando notabas que el cuerpo te la pedía, era por algo.





















Y como os digo llegamos a ese espacio. A ese entorno el cual, parándose el planeta por completo, te hacia de nuevo contemplar en su máxima expresión, una de la 8 maravilla de nuestro universo.
Música celestial lo que allí se transmitía hacia nuestros unos oídos, y una paz tan inmensa que no dudamos ni un momento en desequiparnos, sentarnos y desayunar como es debido.

Eso sí, como veis con unas vistas hacia donde miraras que te hacían emborrachar a tus retinas de tanto colorido.
Este Refugio en el cual nos encontrábamos fue sin duda hasta llegado ese momento el que de inicio y nada más verlo nos impresiono, cautivo y eternamente me enamoró.
Es de esos lugares donde sin pensármelo me vendría a vivir 6 meses al año para sentir en primera persona a nuestra madre naturaleza en todo nuestro ser.


Como os decía, ya sentados y disfrutando del momento, ingeríamos a modo de (botifarra de pan de higo) un buen trozo otorgado por mi Sendero Luminoso ( que bién me sabía a un buen trago de vino), que sumado a una buena lata de atún y una cocacola bien fresca, hizo que todos nuestros niveles de glucosa, de nuevo se pusieran en solfa para afrontar lo que se nos venía encima.

Nos encontrábamos justo a la mitad de nuestro trayecto para conseguir llegar a lo que se conocìa como Refugio de Estany Llong.
Ese sería nuestro próximo destino ( sabiendo que lo tendríamos de paso porque la parada final del día para pernoctar, ser haría en el Refugio de La Colomina.

Entrevistados en el Refugio de La Ventosa, con la pareja que momentos antes dejábamos pasar para que ellos continuaran con su ruta, sabedores, por conocer en extensión y dureza del trayecto, nos comunicaban, justo antes de emprender ellos de nuevo su marcha, que desde donde nos encontrábamos hasta el citado Refugio de Estany Llong, lo que se nos venía como recorrido, cobraba una exigencia en su máxima extensión, sobre todo en ese primer término y por lo que se nos ofrecía delante nuestra.


De nuevo poco a poco lo que anteriormente nos íbamos encontrando como sendas y veredas cómodas con valles impresionantes en su longitud, se fué agrupando a una sola línea de paso que llevo a desembocar de nuevo en todo un Mar de Piedras las cuales ( en asombro hacia nuestras personas) nos hizo presagiar lo que en breve allí y como batalla se iba a determinar zancada a zancada.

Momento clave fué para nosotros dada la circunstancia, y después de transitar maravillosas zonas, y creyendo que nuestros GPS nos encauzarían por otras sendas (a mano derecha según decía nuestro Suso), ver a lo lejos, en el más alla ( casi imperceptibles y en sentido lo más vertical que vosotros en toda vuestra vida os podríais imaginar),  lo que parecían ser dos personas con vida propia y subiendo por una ladera.

La confirmación absoluta se nos hizo estupefacta entre suso y mi persona al saber, que lo que nuestros ojos veían como seres diminutos perdidos en la inmensidad, se trataban ( ni más ni menos) que de la pareja que momentos antes, se habían entrevistado con nosotros y que ya situándonos en materia, nos sacaban como mínimo un hora, desde donde a ellos se les veía y nosotros nos encontrábamos


Bestial esa Cumbre que Suso divisaba a lo lejos y que por nombre llevada el de "Col de Contraix".
Como preludio y en base a lo que anteriormente ya nos habíamos documentado, sabíamos que en esta segunda jornada de pateo, no íbamos a enfrentar a la parte más técnica, dura y exigente de Carros de Foc.

Así se anunciaban en sus escritos ya que dicha cumbre a coronar en breve por nuestras personas rozaría un 3000 en altitud, y tratándose de esos menesteres y por donde nos encontrábamos eso era hablar de palabras mayores.

Nosotros, con la misma filosofía la cual desde el inicio del reto nos había embargado, seguiríamos en dicha guisa. Sin prisa pero sin pausa y con un pasito delante del otro. Poquito a poco tendríamos claro en determinar que todo ese entramado de piedras nos lo quitaríamos de encima, con una especial motivación de sabe,r que justo cuando llegáramos a lo mas alto, allí asentaríamos de nuevo nuestro kampamento Base para comernos una buena fabada asturiana.



Pero claro está que ese regalo en forma de ingestión masiva de comida y de la buena había que ganárselo  pulso. Había que otorgamos esa bendición por el sacrificio hecho hasta llegar a lo más alto y desde ese restaurante nada más que reservado para los más atrevidos y valientes, degustar de lo que sabríamos que sería un plato exquisito.

Así que como veis, poco a poco y sin género de ninguna prisa, por que estas aquí se pagan y de muy mala manera, fuimos atravesando lagunas piedrísticas que nos hicieron de nuevo agudizar todos nuestros sentidos con bastones en manos, para paliar posibles caídas y hacer que esa citada ascensión fuese más que segura.

Muy duro en todos sus términos os puedo decir que es ese tramo. Exigente tanto a nivel físico por lo que comporta hacerle frente, como también psicológico ya que acumuladas las horas que llevábamos en el lomo, sabíamos que aún traspasando esa barrera como cumbre, tendríamos que proseguir sin apenas descanso.






















Si os dais cuenta, en toda esa maravillosa y exigente ascensión, hubieron momentos para todo. Aquí, nunca mejor dicho el km se paga caro, nada más y nada menos que a 2km por hora de caminata. Con ese dato en apreciación os podéis imaginar de lo que estamos hablando.
Por su puesto que esa lentitud se agrava más en extensión por ir cargado con una mochila, pero que os digo que si hubiéramos ido sin peso, podríamos estar hablando de medió kilómetros más en suma y en positivo.
Impresionante, debo decirlo. Sentados, de pié, trepando, a cuatro patas y de todas las formas y maneras habidas y por haber, llegábamos a esa parte más escarpada y superior que por nombre tenía cumbre, para divisar a modo de regalo (nada más poner ese primer pié),  lo que era una pequeña pared, o semimuro a media altura y según se mire, para decretar un pequeño refugio y poder comer en condiciones.

 Llegados a estas alturas de crónica y momento, os propongo una cosa si has llegado hasta aquí leyendo. (esperando claro está, que haya sido de tu agrado y entretenimiento).

Quiero que para ti me digas restaurantes en los cuales has podido estar y que te han impresionado. Quiero que me digas lugares culinarios los cuales por su profesionalidad, ubicación y comida, sientas que debo saberlo para asistir en cuanto pueda.
Quiero que me lo digas, por que quiero que sepas que aún invitándome al famoso DIVERSO o BULLÍ, no lo cambió por este pequeño y maravilloso espacio en el cual nos encontrábamos mi Sendero Luminoso y yo y a casi 3000 metros de altitud.

A estas alturas todo se magnifica y nosotros ahí, nos hacemos tremendamente pequeños para agradecer que por parte de nuestra madre naturaleza se nos haya otorgado ese pequeño espacio para comer, y que por comida nos jincáramos dos buenas latas de fabada.

Desde ese preciso momento, en mi vida a la hora de comer fabada ha habido un antes y un después y se lo hice saber a mi Suso. Ese no fue otro que hasta entonces y siempre que mi persona había estado inmerso en degustar tan preciado plato, todo lo que caía en el en forma de tocino, lo apartaba, vamos, que no me lo comía.

La Morcilla y el chorizo siempre han ido pa la saca, pero el tocino no era un plato de buen gusto para mi persona. Hasta que se dío esta situación, esta circunstancia la cual me hizo saber que me dejara de tonterías y que todo lo que por comida cayera en mi plato, eso iba a ser ingerido como alma en pena.

"Diosssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss" Ese más que preciado bocado a modo de tocinako del bueno, una vez en mi paladar y saboreándolo poco a poco hasta momentos antes de engullirlo, me supo a gloria. Me supo a hostia sagrada la cual  se me facilitaba en ese medio, para con sus calorias correspondientes hacer frente a lo que por bajada se nos ofrecía. Y encima de todo, observaba que en el referido plato, no había un solo trozo sino dos. Por eso os digo que hay una antes y un después en mi vida para de nuevo comer fabada y os puedo jurar por todos mis muertos, que cada vez que abra una lata y me la caliente, lo primero que va a ir pa mi buche va a ser ese tocinako del bueno.












Como podéis observar y desde nos encontrábamos, según hacia donde mirases en esos precisos momentos, tanto si era hacia el Sur como este nuevo Norte que se nos aventuraba, se determinaba tanto en retroceso como en avance, que lo que habíamos ascendido hasta llegar allí, había sido muy duro, pero si duro era toda esa exigencia, sabíamos que a partir de ahí y divisando un nuevo horizonte ya, donde desaparecían esos Mares Piedrásticos para dar paso de nuevo a lagos preciosos que nos hicieran refrescarnos. Poco a poco iniciemos ese descenso donde era primordial seguir avanzando con seguridad a cada paso.







Magistral sin duda. Sublime en toda su extensión esta preciosa bajada que para determinar que a la misma la hubiéramos considerado perfecta, si sobre nuestros pasos a su vez hubiera amanecido.
Nostante he de decir, que como se nos presentó ésta, no hubo género de desperdicio para seguir considerándonos los hombres más felices de la tierra.

Reajustando nuestros GPS notábamos que al final por muy imposible y duro que pareciera, el ser humano está hecho de otra pasta y como nómada que ha sido toda su vida, paso a paso, cumbres, vértices, picos, veredas y sendas, eran proclamadas como nuestras para saber que a escasos momentos tendríamos de nuevo un descanso. En este caso en el Refugio de Estany Llong.

Aquí en apreciación y por las horas que que llevábamos, y las que todavía nos quedaban para llegar al tan codicioso y querido Refugio de las Colominas, sabíamos que ese nuevo paso por Estany Llong, de nuevo iba a ser fugaz para acentuarnos en proseguir, reponiendo fuerzas y desperdiciando las menos horas posible de luz del día.




La verdad sea dicha, que dentro de todos y cada uno de los Refugios que habíamos tocado en ruta hasta ese momento, éste fue el que considerábamos como un poco caótico.
Muy concurrido éste siendo las horas que eran. las 6 de la tarde concretamente, y como os decía, nuestro paso por esas instalaciones fue muy fugaz, pues solo nos cambiábamos de ropa para poder afrontar parte de la tarde noche, y de nuevo ingeríamos una cocacola la cual a esas alturas os puedo decir que era inmensamente necesaria.

Con los niveles de cafeína al completo e ingerido frutos secos ( fruta deshidratada más algún que otro dátil) y ya de nuevo con todas nuestras artes en solfa, nos dispusimos a salir, sabiendo en antecedentes que se nos iba adentrar la noche y por ello una vez más tendríamos que estar preparados.






Fijarse si íbamos concentrados y seguros de nosotros mismos para continuar, a pesar de las 9h15 que llevábamos ya en todo lo alto, que aparte de incredulidad de los allí presentes hacia nosotros por dicha disposición,  y que dejábamos al observar que como aquel que dice todavía no habíamos llegado y de nuevo estábamos marchándonos, cuando pusimos de nuevo un pie sobre el terreno y creyendo que estábamos situados de pleno de nuevo, un pequeño cartel de indicación ( que hasta una hormiga en apreciación lo hubiera visto, pero nosotros no) hizo que nos saliéramos  del track inicial que llevábamos como ruta y darnos cuenta a los 26´de andado, que nos habíamos equivocado.

Con mucha filosofía y manteniendo la calma, tanto Suso como yo ,nos dábamos la vuelta y siempre viendo el lado positivo de las cosas.
Como hablábamos y comentábamos, si la circunstancia se había dado de aquella forma por algo sería ya que estábamos completamente seguros que estando todos los astros alineados estos seguirían alumbrándonos el camino.

Pronto como os decía encontraríamos ese dichoso cruce que como os comentaba estaba justo a la salida del Refugio Estany Llong, pero que con nuestras ansias de seguir lo habíamos desestimado.
Rezando (ya que lo que se nos aventuraba encima de nuevo era otra de esas noches en Alta Montaña) para que lo que teníamos delante no fuera muy técnico en cuestión y poder restar en positivo tiempo a nuestros cronos y llegar a las Colominas antes de que oscureciera del todo, vimos a una altura determinada y con casi 13 horas de ruta con 24km y casi 2000 metros de desnivel en positivo, que esa hazaña iba a ser imposible de conseguir y por eso ya se empezó a barajar la posibilidad de pernoctar allá donde considerásemos oportuno.


Pero antes de que se diera esa cuestión, nuestra Madre Naturaleza de nuevo y ante nosotros una vez más, nos regalaba un atardecer el cual ya os puedo asegurar que llevaremos grabado ( nunca mejor dicho) a fuego en nuestras personas.

Os puedo decir que lo que en ese momento veían nuestros ojos era una belleza tan absoluta que parecía que todas y cada una de las cosas que se percibían a primera vista, habían sido colocadas allí a caso hecho para otorgarnos esa felicidad infinita en nuestro ser, y paliar el extremo cansancio acumulado.

Nunca lo podría haber imaginado. Nunca se me había dado este caso a igual forma de verme inmerso como gota de agua en un océano y ser partícipe de pleno de tanta magia.

Parecerá una tontería, pero a esas alturas estos pequeños detalles eran los que sin duda te hacían ver que no estabas equivocado en absoluto cuando en su momento se decretó el llevar a cabo este reto.

Suso ya me lo decía en el coche y cuando subíamos hacia nuestro destino;

"Bijain que sepas que esta ruta nos va aportar muchos momentos buenos, pero no tendrás que olvidar que a los mismos también se les acompañarán momentos malos. Esto es alta montaña y lo que en ella se cuece como nombre a determinar siempre será ese de, PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE.




Con vistas como lienzos pintados por los mejores pintores de todos los tiempos que se precie, fuimos dándole forma a esta parte final de ruta para decretar ese alto en el camino ( más que necesario) y montar nuestro improvisado Kampamento Base, para cenar, dormir y a la mañana siguiente proseguir con el recorrido.

Durante esa última decisión tuvimos diversas dudas en si asentarnos sobre un pequeño valle en el cual nos encontrábamos (o adelantarnos en el camino y terminar), encumbrando un pequeño vértice el cual ante nosotros se mostraba y que según nuestros GPS en positivo tendríamos que solventar nada más que unos 140 metros.

Siempre poniéndonos en tesitura de margen para igualar desnivel en nuestra zona de Cartagena, para Suso y para mí esos datos se transformaban en saber que apenas para dormir en condiciones y llevar esos metros adelantados, nos quedaba afrontar un medio Roldan de los Canales.

Así que manos a la obra, desde ese momento donde apunto estuvimos de pasar la noche hasta llegar a lo más alto de la cumbre, tardábamos aproximadamente 1h y ahí sí que sí, nos sentábamos en el suelo, descansábamos, montábamos lo oportuno y cenábamos un plato de pasta y un vaso de caldo como auténticos príncipes.


Nunca en la vida me podría haber imaginado yo, que un simple plato de pasta con una lata de atún con tomate me diera tanta felicidad en el momento.
Nunca lo había pensado y afirmar, que sin condimento alguno, nada más que hervidos y servidos en la cazuela, estos al primer, segundo e infinitos bocados, me supieran a gloria, aparte de sentir como todos mis niveles hasta esos momentos en reserva, se volvían a instaurar par afrontar al día siguiente lo que hiciera falta.

Menos mal que para la contienda en si, íbamos preparados y muestra de ello fue durante todo el recorrido comer, como se tenía que comer, dejándonos a un lado tanta barrita.

Son necesarias si, pero en cuestión y por las horas que conlleva el estar andando sobre jornadas interminables, necesario es como el respirar, comer y cenar en condiciones. Y cuando digo en condiciones lo digo sobre plato caliente y que porte calorías para nuestro cuerpo por un tubo.

En definitiva Gasolina la cual una vez puesto en movimiento, esta nos sirviera para avanzar sin  paliar cansancio alguno.

Amanecido ya sobre nuevas vertientes y caminos, siendo las 06:30 en punto y con los primeros pespuntes de luz del día, desmontábamos el chiringuito y nos dispusimos de nuevo a surcar, nuevos mares piedráticos.

Eso sí, sin olvidar la tremenda, maravillosa, angustiosa y determinante noche, la cual pasábamos en esa cumbre a casi 2600 metros de desnivel en positivo.

Tengo que decir que lo que es dormir, dormir, dormimos poco, por como se nos presentaba ésta. Al estar en lo más alto, durante toda la madrugada notábamos a cada paso de nube por ese altiplano, que ésta nos engullía en su totalidad y nos volvía a escupir a la vida.
En definitiva, lo que momentos antes y con nuestros ojos se veía como un cielo estrellado ante, se tornaba en presagiar que no veíamos a tres subidos en un burro.

Mucho frío pasábamos. Al estar casi a la intemperie ( porque solo nos protegíamos la parte de nuestras cabezas y medio cuerpo con una semi capota), en diferentes intervalos de tiempo y noche, la humedad y frio, calaba nuestros sacos y huesos respectivamente.

Pero fuimos hombres duros. Mentalizados.Fuimos personas consecuentes en no desfallecer y rendirnos a la primera de cambios, ante lo que se nos presentaba y saber que pronto amanecería y no siendo allí, podríamos descansar en otro sitio.



 Así que como os digo, amaneció y de que manera. De primeras y desde esa cumbre lo que se nos presentó fié una bajada un poco técnica que acompañada por las horas que eran, con bastante frió aún en nuestros huesos y cuerpo, hacia que no nos desprendiéramos de la ropa de la noche para en ese primer 1´5km y medio, entrar en calor y un poquito más adelante cambiarnos de ropa.

Así fue, y agradecido de pleno por las nuevas sensaciones que llevábamos encima. Muy importante  fue en avanzadilla, la noche antes llegar hasta donde llegábamos y desde allí, emprender un nuevo día.

Digo importante, por que en suma y en positivo habiendo perdido el día antes casi 45´minutos por habernos perdido a la salida del Refugio de Estany Llong, esos minutos habían sido recuperados y agradecidos continuábamos con la marcha.




Mucha rabia nos dio, al transitar estas nuevas veredas, sendas y caminos, por no habernos adentrado un poco más en la noche y llegar hasta un punto el cual (pasado una gran presa de agua) cuando lo vimos y nos situábamos, se nos ponían los pelos de punta.
Y no era por otra cosa por la de saber donde habíamos dormido la noche antes, y donde podríamos haberlo hecho ante lo que nuestros ojos se mostraba.

Un pedazo de bunker de piedra natural ( a lo más parecido base antiaereo en el desembarco de Normandía) que por no saber más de sus instalaciones, desistimos en adentrarnos en su interior para no determinar el quemarnos por completo.

Claro está que no es lo mismo lo de dormir sobre desnivel y a la intemperie, que hacerlo a suelo tendido y raso. Y más aún cuando escondido del todo doy por seguro que hasta los sacos en ese medio para dormir, del calor que nos hubieran desprendido nos hubieran molestado.

Pero a lo hecho pecho y sabido es que en la montaña no hay valientes. Sino personas cautas que en su contenido de saber, lo principal es salvaguardar nuestra integridad física siempre en el medio y asegurar, en todo aquello que considerásemos oportuno para no arriesgarnos.

Sacamos una cosa en positivo y esa es la de, si en futuras rutas alguien se encuentra en la misma tesitura, pasada una gran presa (como anteriormente os decíamos y a escasos 150 metros), tendrá a modo de recompensa ese preciado refugio a modo de hotel 1.000.000 estrellas.


Sobre el terreno y ya sabiendo que apenas nos quedaban un par de horas para llegar a Colominas, lo que nos encontrábamos como recorrido fue algo menos técnico, pero eso sí, con una gran vía de tren, que sin estar el mismo impreso en sus raíles, esta nos supo llevar hasta el final de los finales.

Y digo final de los finales, por que ya puesto en danza y siguiendo su traza, a veces por dentro de la misma a salto limpio entre lomos de hierro en horizontal, y otras veces por el exterior de su camino, por el peligro que comportaba, nos llegó a ubicarnos en un tramo donde en apreciación nuestro Suso una vez más me llegó a decir, que nos habíamos salido del track predeterminado y nos estábamos equivocando.

Haciendo un alto necesario para situarnos de nuevo y divisando a lo lejos lo que por obligación extrema necesitábamos, allá en lo más alto, teniendo que ascender una nueva ladera de una par de cojones, se encontraba ése pedazo de Refugio de Colominas, donde cercano al mismo y a la intemperie, se mostraban dos personas las cuales nos sirvieron de guia para atajar en vertical y ascender hasta su altiplano.





















Tanto a Suso como a mí, llegar a esas instalaciones tan temprano y después de lo que llevábamos encima, fue lo que nos salvo para no fracasar en el intento, ya que nuestras fuerzas en esos precisos momentos eran ya muy escasas, al no haber podido desayunar ( como días anteriores) en condiciones.

Pero aun así, y puestos ya en contacto con la parte que regentaba precioso lugar, cocacola en mano, dos magdalenas y café con leche, nos supieron reanimar una vez todo de nuevo dentro de nuestro envase, para reconstituir nuestro organismo por completo y las energías, volvieran a nuestras vidas.

Este punto en concreto debemos decir que volvimos a la vida ( nunca mejor dicho) por haber estado casi un día y medio incomunicado y no haber podido dar señales de ningún tipo a nuestros familiares.

Por ello y como si la vida nos fuera en ello, solicitada la oportuna contraseña de wify en el refugio y otorgarda esta como mucha amabilidad por sus gestores, al momento tanto a lo que por mi parte me tocaba como a la de mi Sendero Luminoso y algunos amigos, los situábamos en materia y les hacíamos saber que estábamos al pelo y que en minutos continuaremos con la marcha.


Entrevistados antes de marchar con una chica la cual nos atendió en el Refugio e hizo que en todo momento nos sintiéramos como en casa, ésta nos situaba sobre lo que afrontar y que como caminos se nos presentaban.

Y cuando digo caminos es, porque sobre doble elección tendríamos delante nuestra de nuevo un debate a cumplir para salir indemnes de lo que se nos ofrecía.

Por una parte para llegar al Refugio de Josep María Blanc, tendríamos una ruta muy técnica pero que ésta nos agruparía en abarcar, apenas 2h30 de recorrido.

Por otra, nos situaba y nos decía que no siendo tan técnico el terreno, podríamos determinar otro sentido para agrupar en aproximadamente un par de horas más de ruta, hasta llegar a ése más que preciado y deseado Refugio. osea que aproximadamente una s 4h30.

Nosotros, fieles a nuestros principios y sabiendo a lo que habíamos venido, no lo dudábamos en ningún momento en decidirnos en cumplir, ese sentido el cual se consideraba más tecnico, escarpado y exigente. Si encima de todo, restaría horas a lo que por ruta llevábamos planificada, pues mejor que mejor.




























De nuevo a las andadas, lo que nos encontrábamos eran auténticas maravillas de nuestra naturaleza. Lagos de nuevo donde ( éste en particular) podríamos considerarlo como un pequeño Océano pirenaico, donde sus laderas a lo lejos ya nos anunciaban un presagio de verticalidad extrema donde de nuevo tendríamos que emplearnos a fondo para llegar a lo más alto

Tanto Suso como yo, supimos como desarrollar esa nueva contienda más que exigente. Hubo un momento que parecía que puestos allí y a caso hecho a modo de escalones de piedra, estos en sentido ascendente y por la verticalidad que se agrupaban, te llevarían hasta las mismas puertas del cielo.

Menos mal que momentos antes y en plena ruta, de nuevo volvimos a coincidir con compañeros los cuales viniendo en sentido contrario al llevado a cabo por nosotros, mejor que ellos nadie nos podía situar de saber lo que nos quedaba y de que contienda se estaba se estaba hablando.

"Nada técnico, pero si muy físico es, lo que os espera de aquí en adelante hasta llegar a lo más alto de la cumbre compañeros"

Palabras estas las cuales memorizamos como vademecum mi suso y yo, para no entrar en derroteros y estos que nos jugaran malas pasadas por ir más aprisa de lo permitido.

Asi que, paso a paso, peldaño a peldaño y curva a curva, hasta lo más alto llegamos para situarnos de nuevo en un cruce de caminos y desde ahí, abrir una nueva terminal que nos haría acumular en ese pequeño espacio un mil más en positivo. Y es que en esta ruta, los miles en positivo te los vendían por etapa como si fueran pipas.


Ahora eso sí, como no hay dos sin tres, una vez más y en plena ruta, volvíamos a equivocarnos pero en esta nueva ocasión a unos niveles de Super Pros dentro de una inmensidad que a nuestro parecer nos hacían sentirnos como la nada.

Y cuando digo como la nada es, porque a parte de técnico y dichoso el camino, miraras hacia donde miraras, solo se veían cuchillos en alto y cumbres por elección ( a cual más abrupta y rota) por coronar y quitarnos ese pedazo de marrón que ante nosotros se nos mostraba.

Cuando venimos a darnos cuenta, aproximadamente llevábamos más de 30´minutos caminados. Gracias a Dios ( y siempre lo diremos) que salidos de la nada, coincidimos con dos compañeros que situados ante nosotros y preguntados si íbamos en el sentido correcto para llegar al Refugio de Josep Maria Blanc, éstos incrédulos y con mucho tiento, mirándose entre ellos a la cara y posteriormente hacia nosotros, fueron rotundos en su afirmación al decirnos que;  NOOOOOOOOOOOOO.

Ese no en mayúsculas es lo mínimo como expresión al momento que puedo poner en este escrito, por que automáticamente uno de los muchachos con mapa en mano y situándonos, nos dijo donde nos encontrábamos ,y la vuelta más que criminal que tendríamos que dar, si no retrocedíamos en materia y volvíamos hasta el cruce el cual minutos atrás habíamos dejado.

Se barajó una posibilidad de bajar ladera abajo y atravesar un lago, pero rotundamente al momento se desestimo sabiendo que iba a ser peor el remedio que la enfermedad.

Así que agradecidos de pleno y dejándoles paso para no entorpecerles en su ruta, (como auténticos ángeles de la guarda que fueron en el momento) nosotros de nuevo y con nuestros bastones , apoyados estos sobre el terreno y lo que ya nuestras personas habían pisado, poquito a poco, de nuevo nos fuimos a buscar ese puto cruce de los cojones que nos devolviera a la ruta.


Desde lo más alto y con una nueva perspectiva, lo que dejábamos atrás como os decía en el momento que se cogió de nuevo el camino correcto, fue de una subida tan espectacular, que a su vez siendo tan exigente, la disfrutábamos de nuevo a cada paso.

Esta parte tenemos que agradecer que fue más transitada en su curso lo que hizo que tanto en la subida, como en dicha cumbre ya, pudiéramos coincidir con compañeros y con algún que otro corredor, que a modo de entrenako del 15 se estaban metiendo estopa de la buena.

Desde ese mismo lugar y llegado a sus aposentos, le comenté a Suso que antes de emprender de nuevo la marcha necesitaría ingerir algún que otro murciélago (a modo de dátiles) ya que las reservas en mi cuerpo empezaban a escasear y principios de mareo me venían.

Sabía que no era nada malo, pero que si agrupaba en esperar más tiempo para comer, es donde podría tener mi persona un grave problema. Así que como hasta ese mismo momento habíamos hecho, escuchando a nuestro cuerpo le dimos lo que realmente necesitaba. Comida y liquido los cuales una vez de nuevo en el envase hicieron que el formula uno arrancara y se dejara caer por esa ladera y de que manera.







 Debemos decir que como en otras zonas de la ruta hubieron momentos para enmarcarlos, lo que nos paso y vivimos en primera persona en este preciso momento fue sin duda una de esas locuras que te salvan de la ruta.

Al paso por una de esas piscinas naturales que nuestra madre naturaleza nos otorgaba a modo de poza de agua, no hubo que mediar palabra entre mi Suso y yo para saber y llegado a ese punto después de lo que llevábamos en nuestras patas y resto del cuerpo, de querer darnos un buen remojón y continuar con nuestra marcha.

Así se hizo y debo decir que ese momento fue único y espectacular aparte (porque no decirlo) bestial a modo regenerativo muscular, al haber introducido en su totalidad nuestras paticas dentro de ese lugar más que sagrado y supermega frio.

Otros más valientes que el que suscribe, llegaron a capuzarse por completo. Yo por las sensaciones de frió os puedo decir que si lo llego hacer, estas letras ni por asomo las estaría escribiendo.
Las sensaciones que nos impregnaban y embargaban para continuar andando sin ningún dolor de por medio una vez nos dimos tremendo baño, fueron alucinantes.



 Aquí debo decir, que salido victorioso de ese super mega baño y aproximándonos a una de las zonas más espectaculares de la ruta con Refugio incluido, tuvimos un pequeño percance (a modo de tropezón) que pudimos solventar, no sin antes, retorcerme con bastante pronunciación uno de mis dedos gordos, en este caso siendo el de mi pie izquierdo.

Noté, literalmente hablando en décimas de segundo y sobre dos tropezones seguidos, como el dedo en cuestión, se me salía y volvía a entrar en el sitio. Debo decir que me asuste mucho. Bastante diría yo para saber donde nos encontrábamos, lo que nos quedaba por afrontar y que una vez más y gracias a los palos, la hostia no fué de las gordas.

Suso un poco más abajo que yo, observaba atónito mi tropiezo y a sabiendas de que me había hecho bastante daño por las muestras de dolor en mi rostro, no murmuró ni me dijo nada, solamente con un gesto que me hizo para saber si todo iba bien, a lo que yo le contesté que si, y que no se preocupara.

Hostiassssssss que todo iba bien dije yo. Me dolía a rabiar la parte afectada pero tenía claro que tenía que trasluchar ese momento como fuera y mentalizarme a que ese dolor fuese remitiendo poco a poco.

Sabía y de sobra que se había podido caminar de nuevo, el dedo afectado no estaba roto, lo que si sabía y muy bien, que la citada luxación la cual había sufrido ya me menguaría en pisada firme sobre ese pie izquierdo y tendría que empezar a economizar con mi parte derecha del cuerpo.

Gracias a un iboprufeno, ese intenso dolor, remitió y pudimos continuar sin problemas la marcha. También os digo, que por las sensaciones que llevaba en ese momento ( como si tuviera desprendido en cada flexión que se me presentaba el dedo de su sitio) sabía que cuando la parte afectada se enfriara, veríamos la respuesta de mi cuerpo.

En ese preciso momento, llevábamos aproximadamente 9 horas de ruta, ahora que lo sé, tuvimos que completar hasta las 15 restantes que ese recorrido en cuestión todavía nos tenía aguardado como sorpresa.



Menos mal que todo lo que nos iba a esperar a partir de ese fatídico momento de torcerme el dedo, no iba a ser tan malo, ya que cuando a lo lejos divisamos lo que por refugio se nos ofrecía y que sabíamos que iba a ser nuestro próximo destino, todos nuestros sentidos se agudizaron en disfrutar, olvidándome por momentos del tremendo dolor que se me acusaba en el dedo de mi pié izquierdo.
No os miento cuando os digo que me vendría a vivir a esta parte de nuestra España y pirineo catalán un trimestre al año. Os lo digo de corazón de saber lo que allí nuestras personas respiraban y mejor aún ,observaban a modo de un paisaje sacado de los más bellos lugares de Holanda, Suiza o cualquier lugar que bien se precie de nuestra Europa.

Pero no, estábamos en nuestra tierra. En nuestro país y disfrutando de una ruta que a pesar de lo exigido, dábamos tremendas gracias por pequeños destellos de felicidad hacia nosotros como los que se sumaban en esos precisos momentos.

Fijarse bien en la imagen y centrarse donde exactamente estaba ubicado el Refugio de Josep Maria Blanc. Desde donde nosotros estábamos y se echo la imagen, era mucho y muy bueno lo que nos quedaba que recorrer, traspasando al caso hasta inclusive una presa.


Aterrizados en su planicie después de borrachos de un sin fin de colorido y cumbres, todavía nos faltaba por ascender por una nueva ladera para dejarnos caer y seguir disfrutando de tanta magia.

Estaba claro que poco a poco íbamos dando fin a este Carros de Foc, pero de una manera tan sencilla que por momentos nos replanteábamos retroceder un par de refugios mas, y disfrutar de nuevo todo lo vivido.

Así que como os digo, con mucha determinación y con la intención de nuevo de ingerir algo más, antes de afrontar la última parte de la ruta y que nos llevaría a ponerle fin, muy a pesar nuestro, llegábamos a ese precioso Refugio, que repleto de gente nos daban muy gratamente la bienvenida.




A loro con lo que una vez en el interior de éste más que majestuoso Refugio nos encontraríamos a modo de sorpresa culinaria.
Debido al estado el cual presentábamos y a sabiendas que teníamos por delante todavía una difícil tarea, determinamos comernos un sanwich a modo de catalana y cual fue nuestra grata sorpresa al observar plato en mano la camarera, que tremendo manjar servido con sus correspondientes cubiertos y acompañados de una buena coca cola eran para nuestras personas.
Difícil de entender la última parte de ésta ruta, sin haber comido lo que os presento. Ahora que escribo estas líneas y a sabiendas de lo que íbamos hacer frente, os puedo asegurar, determinar y concluir, que sin esta catalana en el cuerpo, hubiéramos muerto en el intento.


Que os parece?. Tengo o no tengo razón al deciros que inmensamente necesaria fue esa ingestión masiva a modo de pan, embutido y tomate para saber, que nuestros cuerpos y de las mejores formas, repleto de buena comida estaba preparado para afrontar lo que por dificultad y exigencia se nos ofreciera.

Asi fue sin duda y más cuando una de las chicas del citado refugio nos puso en antecedentes una vez más que teníamos dos posibilidades a cubrir para llegar por fin a nuestros vehículos.

Una la cual abarcaría afrontar una pista forestal con 2h30 de camino, nada técnica y muy asequible, y la otra que eso sí, nos lo supo aclarar, que teniendo pinta de montañeros como teníamos, era la que sin duda tendríamos que elegir, comportando una dificultad extrema no en su primera ascensión ( teniendo que acumular un nuevo mil en positivo) si no en su descenso ya que éste iba a ser muy técnico e impreciso.

Suso y yo perplejos y con la motivación por las nubes, decirnos que todavía a esas alturas todavía nos teníamos que comer un mil más en positivo, como si los regalasen, no hizo más que agrandar lo que por hazaña y gran gesta entre él y yo completaríamos.



 Así que de nuevo con todas nuestras artes en danza y uso, nos dispusimos a transitar esa parte final que como bien nos habían situado nos comportaría afrontar, aproximadamente unas 4h30.

Antes de entrar en materia, de nuevo pasábamos por lugares de ensueño. Otro nuevo lago y el que bordea en su totalidad al referido Refugio que lo hacia indiscutiblemente único.

Dudas se tuvieron antes de partir hacia el infinito, por no determinar el paso obligado nuestros GPS y si por los hitos del lugar, situarnos y saltar al otro lado del río para comenzar ésa última ascensión la cual la catalogaríamos como titánica. Parecía que nos íbamos a la luna.

De vez en cuando y como sabéis, un alto en el camino era obligatorio para agradecer a nuestra Madre Naturaleza que con su agua y nuestras pastillas potabilizadoras, pudiéramos sin problemas seguir hidratándonos al pelo.

A partir de ahí, si ya que todo cambió, todo se profundizo en avistar sin fallo alguno, toda señal bien fuese de GR, palo de madera con parte superior en amarillo o hitos existentes y esparcidos por toda esa singladura de ruta.

Como os decía, momentos de dificultad máxima nos tocaban afrontar, y todo en sentido ascendente para encontrar pronto ése último descenso, y que no se nos viniera la noche encima.

Toda precaución durante todo ese momento era poca. Toda escucha y vista a nuestro alrededor era necesaria para paliar como os decía en líneas arriba, inseguridades y determinar poner la línea recta a nuestra meta.



Esa última fase del recorrido y en ascensión más que vertical tengo que decir, que para mí particularmente fué muy dura. Mas bién extrema diría yo, ya que como sabéis mermado en uno de mis dedos de mis pies, la flexión sobre apoyo no era la correcta en cada pisada hacia arriba, y veía las estrellas sin poder quejarme para no preocupar a nuestro Suso.

Así como os digo llegábamos a su parte cúspide, a su parte más alta y desde allí intentar acertar cual sería la bajada a determinar para poner fin a tanta locura.

Este, dentro de los tres días que llevábamos caminando fue sin duda el peor momento para mi. Bueno para mí y pienso que también ( y a su nivel) para nuestro Suso. Porque ya os puedo decir, que en determinación de no saber donde ir a casi 2900 metros de altitud y adentrándose la tarde noche que nos hacía presagiar que en un par de horas nos quedaríamos sin luz solar donde nos encontrábamos, hizo determinar a nuestro Sendero Luminoso ( Suso Laborda). que con mapa en mano y echado completamente sobre el suelo ( por dejar de funcionar nuestros GPS) y su lupa y brújula más que poderosa, para en cuestión de minutos, solventar como auténtico montañero que es y sabedor de lo que se llevaba entre manos, de divisar lo que a partir de ya, sería un descenso más que vertiginoso. Lo que 10 euros previamente a la ruta hicieron, eso si que no tiene precio. Menos mal que se compró el mapa por que o sino creo yo que en estos momentos estarían todavía volando por la zona 4 helicópteros buscándonos.

No me da vergüenza en admitirlo, de hecho lo reconozco con la mano en mi pecho y dando gracias a Dios de que saliéramos indemnes de esa zona. Pase mucho miedo. Muchísimo diría yo, ya que lo que ante nosotros se mostraba como bajada en su parte inicial, era super jodida en su parte final y a modo de otro de esos mares piedráticos multiplicado por 3, se nos presentarían de inmediato.


Os podéis imaginar de lo que os hablo cuando por imagen os dejo la que en líneas más arriba se enmarca. os lo podéis imaginar y más cuando exhaustos y hechos polvo (hablando muscularmente), afrontábamos esa parte final como bien nos venía y nuestro Señor nos daba fuerzas.

Una vez más nuestros bastones fueron cruciales. Determinantes para en cada paso, salto y vacío legal que se presentase como zona, no cayéramos al abismo y con ello nos abriéramos la cabeza por 4 sitios.

De ahí que a día de hoy y ya pasados unos días de toda esta magia montañera, todavía no dé crédito que saliéramos de allí indemnes tanto mi persona como la de Suso, cuando hubieron muchos momentos de auténtica incertidumbre por afanar él en encontrar lo antes posible esa ultima senda la cual nos devolviera de nuevo a la vida, y yo la de poder seguirle en sus pasos ya que si nos parábamos mucho, su GPS dejaba de emitir señal y volveríamos a entrar en bucle.


Así, de esta intrepidante manera, y a su vez observando lo que poco a poco íbamos dejando a nuestras espaldas, contemplábamos atónitos, esa difícil tarea de haber bajado desde donde lo hacíamos sin haber sufrido ningún percance.

Donde me veis, agradeciendo ese primer parcial y creyendo que ya no vendrían más mares asfálticos, nos comimos tres valles más, hasta ahora si, encontrar como senda de vida, lo que nos llevaría hasta el último refugio.

Todavía resuenan en mis oidos los gritos de mi Suso a lo lejos diciéndome;
" Hermanooooooooooo, hermanooooooooooooooooooooo, por fin lo he encontrado. Ya se nos puede echar la noche encima, que con nuestro frontales en la cabeza llegaremos sin problema a nuestro destino"

La verdad que ese abrazo que nos dimos en ese momento, para mí, perdurará por siempre en mi recuerdo. Bueno ese y el de cuando completábamos en su totalidad la circular de Carros de Foc. Pero situándonos sobre ese momento, era mucho lo que habíamos pasado, sufrido y sentido para saber que mi persona bajo mínimos, hablando muscularmente, agradecía de corazón que tanta crueldad se dieran fin, y se pasara ya a lo que buscábamos ansiosamente, una puta senda donde caminar y pisar sobre firme, fuese nuestro único cometido.


Aunque esta imagen que os dejamos os parezca muy técnica, para nosotros y llegados hasta ahí (pasado previamente por donde lo habíamos hechos y encontrado el camino de vuelta a casa), nos parecía una autentica autopista y de las buenas.
Lo que conllevo que , dentro de nuestras posibilidades, tanto Suso (abriendo camino como siempre) y mi persona en un segundo plano, durante todo ese descenso, ( que por momentos nos pareció aparte de precioso, interminable), lo hiciésemos lo más rápido posible para sumar horas de luz a nuestra ruta.

Os puedo decir que exprimimos al máximo nuestras piernas. Que todos nuestros sentidos estaban agrupados en una única materia y esa no era otra que la de encontrar cuanto antes, ésa pista de tierra que nos llevaría hasta el Parking.

Según descendíamos lo mejor de todo y lo que nos hacía situarnos por momentos ,era escuchar cada vez con más fuerza ese sonido celestial del rio con su caudal de aguas bravas.

Nos acordábamos que al inicio de toda esta fiesta, anduvimos cercano a él, y de nuevo por su lógica tendríamos que volver a él, para encontrar de una vez por todas ése último refuio que pondría fin y que por nombre llevaba el de ERNEST MALLAFRÉ.

A éste Refugio en cuestión, y como os digo después de lo pasado durante más de 13 horas y media de ruta, llegábamos exhaustos, muertos y con una sed, que lo primero que hicimos nada más entrar en sus instalaciones fue pedir dos cocacolas a pesar de ser casi las 21:30 horas de la noche.

Tengo que decir, que dentro de todos y cada uno de los refugios que habíamos visitado, este sin duda fue el más hostil, ( los otros al caso como si se tratase de nuestra casa) pero este en cuestión al percatarse de nuestra presencia, los que allí dentro se encontraban, como si hubiéramos invadido su pequeño espació o país ( con muy mala cara nos atendieron) y más aún cuando en atención le dijimos que nuestra intención era pernoctar en sus instalaciones.

Solo se llego a escuchar un liviano mensaje el cual imperceptible para nuestros sentidos nos hacia sabeedores de la situación;

"Estamos completos. Son 6 € las cocacolas, y el parking con los coches los teneís a 1h15"

Fijarse lo que os digo, si me llegan a decir inclusive que faltaban aún para llegar al citado parking 4 horas, todavía hubiera pensado que tendríamos un problema al tener que volver a pernoctar a la intemperie una nueva noche.
Pero la cara del colega creyéndose amedrentar nuestras ilusiones , nada más que hizo que potenciar y bebidas de nuevo esas sendas cocacolas, para que puestas en alto nuestras mochilas, saliéramos por patas de esa (a nuestro parecer, HerriKoTaberna) al mas puro estilo Pirenáico.


Ahora si que dábamos fin en breve a lo que por inicio nos parecía una gran fiesta y que ya sabiéndolo todo en primera persona, podemos decir que fue una auténtica odisea.

Desde el mismo momento que salíamos de ese último refugio hasta encontrar de nuevo nuestros vehículos, como bien se expresaba en un cartel nada más salir y cruce de caminos, nos separaba 1h15 que os puedo decir que a pesar de las horas que eran y el cansancio que llevábamos acumulado, tanto a Suso como a mí, nos vino de maravilla.

Nos vino de maravilla por que ya sin preocupación de poder tropezar y caer al suelo, pudimos hablar largo y tendido ( con muchas risas eso si)  de todo lo que por recorrido, ruta y experiencia, durante estas casi 78 horas con sus casi 85 km y más de 5100 metros de desnivel en positivo, nuestras personas habían disfrutado y ya como experiencia y de por vida irían impresas de por vida en nosotros.




Entorchados que como fiel reflejo muestra estas imágenes, nuestras piernas cruzaron, caminaron, sintieron y padecieron, sin olvidar nunca en su primer término, que a lo que habíamos ido, sin duda y como reto, lo terminamos.

Fué alucinante. y os puedo decir que ( creo yo) que una vez más y en su totalidad el que suscribe no volverá hacerla. Pero tengo claro que a ese medio volveré con mi familia para decretar , algún que otro entrenamiento entre refugio y refugio.


Todo tiene un principio y un final, y éste en toda su extensión debo decir que fue, maravilloso por conseguir lo que a día de hoy consideramos que fue algo titánico.

Hay muchas maneras y formas de completar en su extensión lo que es la línea de Carros de Foc se entiende .Todas para mí (por supuesto ) sumamente respetables.
Pero de la forma la cual nosotros la llevamos a cabo siendo su integral y de manera en autosuficiencia  y en tres días, sabido es por los conocedores de la zona y gente que se ha visto en ese medio, que tanto la condición física como la psíquica se tiene que llevar en perfecto estado, y una gracias de Dios añadida, para que en el transcurso del recorrido de nada te pase.

Por que esa es otra y perdonarme que de nuevo me repita. A día de hoy muestras de como iba uno de mis pies, no se como pude terminar tremenda batalla.


 Éste en su extensión y por haberse profundizado toda la parte técnica en su única unidad, es mi pie derecho, no olvidándonos que en el izquierdo, llevaba la torcedura que os comentaba que hizo que por momentos pensara que, mis cuadríceps unidos a mis isquios me reventarían y me quedaran cojo para toda mi vida.



A ti Suso con éste Doble Bijain The Live que siempre nos precede y ya nos caracteriza por filosofía de vida, te quiero agradecer todo lo que me has enseñado durante estos días y ruta compartida.
A ti en especial, quiero comentar que nada de lo vivido,sufrido, disfrutado y sentido, hubiera sido posible ya que desde el primer momento que se puso sobre la mesa este reto, tenía claro con quién lo quería hacer y de que manera y en su totalidad éste se iba a determinar ( por muchos problemas que se presentasen) a tu lado.
Por ello y sobre estas líneas mi hermano, te pido que ( no siendo la misma otra vez, DIOSSSSSSSSSSSSS) por lo menos junticos otra vez los dos, un nuevo entorchado de estos nos metamos una vez al año.

Como ansiolítico sabes que nos vino muy bien, y afortunados somos de pleno de tener, las mujeres e hijos que tenemos, para que con una confianza ciega, nos dejasen disfrutar de esta la cual es otra de nuestras pasiones.